¡¡¡Qué lindo que es!!!....Esas palabras salían de manera sensible de los labios de Lucha. Obviamente se refería al chico más bonito de la escuela. Y lo era, no porque quizás lo sea en forma bella, sino mas bien lo era por la simpatía que el desplegaba. Era muy común verlo siempre rodeado de las chicas mas lindas del instituto. La verdad, parecía la atracción del establecimiento. Siempre sonriente, siempre tan galán, con muy bonitas facciones completaba el combo perfecto para cualquier mujer. Todas querían estar con el, de una manera u otra. Conversando, riendo, preguntándole cosas, o solamente observándolo cuando el les hablaba. Las tenía a todas. Podía elegir, podía dejar plantada a la más bonita si quería, total le sobraban las propuestas.
Ocurrencias,anecdotas,vivencias y no. De todo un poco,en realidad nada. Solo letras formando frases,eso es nada.O quizas todo.
16 nov 2009
El amor de Lucha
¡¡¡Qué lindo que es!!!....Esas palabras salían de manera sensible de los labios de Lucha. Obviamente se refería al chico más bonito de la escuela. Y lo era, no porque quizás lo sea en forma bella, sino mas bien lo era por la simpatía que el desplegaba. Era muy común verlo siempre rodeado de las chicas mas lindas del instituto. La verdad, parecía la atracción del establecimiento. Siempre sonriente, siempre tan galán, con muy bonitas facciones completaba el combo perfecto para cualquier mujer. Todas querían estar con el, de una manera u otra. Conversando, riendo, preguntándole cosas, o solamente observándolo cuando el les hablaba. Las tenía a todas. Podía elegir, podía dejar plantada a la más bonita si quería, total le sobraban las propuestas.
2 jul 2009
A eros (si es que lee).
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A eros (bis)
ALGO MAS SOBRE EL AMOR
El amor es un tema tan vasto para llegar a comprender, que resulta casi imposible realizar algún juicio de valor sobre el mismo. Cualquier escrito sobre él se torna una verdad a medias, o mejor dicho en una posible verdad, ya que la verdad no es a medias.
Escrito esto, seguiré en el derrotero de poder encontrar a quien el destino ponga en mi camino, si es que habrá alguien con quien tropezar, para así hallar el mutuo entendimiento, la correlación de sentimientos asociados, la atracción de un cuerpo a otro, el anhelo de la pasión que atrae n sexo hacia otro, la búsqueda de la media naranja, o sea la mitad que nos falta para poder completar la máxima felicidad que el ser humano busca afanosamente de por vida, o sea el sentimiento llamado “amor”.
¿ algún día me enamoraré de lo posible?, ¿o mi vida estará signada por la adulación al masoquismo?, mientras tanto seguiré equivocando el camino hacia la felicidad, quizás algún día lo que parecía el sendero equivocado, se vuelve para mi asombro en el pasillo a lo que parecía inalcanzable, algún día será, algún día…
14 may 2009
¡Aprendère a Eskrivir?
Si hay algo difícil, es escribir y no saber hacerlo, practicar, leer, instruirse, sacar manías, secretos de grandes autores es una buena forma de aprender a aprehender, pero lamentable e indefectiblemente no alcanza, uno no consigue desarrollar una escritura poco más que decorosa. Envidio sanamente (¿se puede?), a todos aquellos que sin mucho esfuerzo logran reunir en unas líneas tantas ideas y pensamientos en forma tan natural y compleja. En lo que respecta a mi persona, intento en vano asimilar la mayor cantidad de vocabulario que anduviere por ahí, aunque veo ineficaz el esfuerzo que mi mente hace por aunar todas aquellas palabras ausentes en mi léxico. Cuando considero que mi escritura va a tomar cierto vuelo literario, cae abruptamente ante mi carencia intelectual, la misma no llega a franquear la medianía de la regularidad. En ocasiones me suelo preguntar, ¿Cómo llegar a escribir un libro? Nunca hallo una respuesta satisfactoria a una – quizás – exagerada pregunta, ya que se me hace, más que dificultoso llegar a escribir más de cuatro hojas. Siempre me recomendaron la práctica y estudiar bastante gramática para llegar a tener, los conceptos básicos de reglas y condiciones a seguir. Demás está decir que luego uno deberá poseer un poco de talento e inspiración, para tener la pericia necesaria y saber volcar al papel toda la teoría asimilada.
Se sobreentiende, que estas líneas forman parte de mi rutina expresiva para tratar de perfeccionar mi funesta escritura, intentar corregir la forma de conformar las ideas en frases legibles y claras para la comprensión, es la tarea que me atañe en este momento. Saber darle color a los monótonos relatos que acontecen, para intentar deleitar a quien los lee. Poder sacarle momentos de emoción y tristeza cuando tenga que haberlos es mi meta, remate y fin.
Sorprendiéndolos (eso espero), redactaré un breve cuento. Para empezar ya mismo con la práctica de la escritura. Una vez contados mis defectos, sabrán disculpar todos los “horrores” (¿u errores?), de mi obra. Dicho esto aclaro mi pensamiento, y trato de esforzarme al máximo para sacar a flote mi “labor”.
“La verdad, nunca me había subido a un barco. Era mi primera vez, como lo sería para la mayoría de la gente que allí se daba cita. Me habían advertido que los movimientos serian bruscos, ¡cómo no serlo!, si cierta vez en Mar del Plata me había quedado mirando con asombro las peligrosas inclinaciones que cierta embarcación hacia, y con solo contemplar las caras de angustia de las personas a bordo, dudaba de si alguna vez subiría a un transporte marítimo. Pero el ser humano siempre quiere adrenalina, urge constantemente por el peligro, asume el masoquismo como fuente de placer - ¿es placentero tener miedo? – por esto y mucho mas, es que accedí cierto día a sumirme en la desesperación que aquellos rostros revelaban en “mardel”.
En otra ciudad, pero con las mismas intenciones que antes tenía, resolví asumir los riesgos y subir a bordo de aquel navío, el cual poseía una estructura que, después de un análisis no muy exhaustivo parecía viable para el abordaje y la aventura. Quiero decir que no fui el único que se animo a tamaño desafío. Otros quizás con las mismas intenciones que yo de encontrar fuertes emociones, decidieron sumarse a la comitiva y aventurarse en la embarcación. Una vez a bordo, y con cierta relajación, fruto de la quietud que el mismo todavía presentaba, miraba como, fuera del navío brazos de familiares y amigos nos saludaban con cierta sonrisa en los labios. Adivinando quizás la zozobra a la cual nos haríamos acreedores, por haber subido a ese montón de maderas flotantes.
Con cierto recelo y mirando de reojo, vi como tras un visto bueno del capitán se puso en movimiento el buque, que con suaves vaivenes anticipaba en cierto modo las vibrantes inclinaciones a las cuales seriamos sometidos todos los allí embarcados. Cierto recorrido por las caras, me dio una imagen de lo que allí se vivía. Tensión en algunas, miedo en otras, pero por sobre todas las cosas la angustia de no saber lo que vendría, era la sensación colectiva en la que nuestros cuerpos estaban inmersos.
Transcurrido cierto tiempo, y como era previsible, se hicieron presentes los característicos vaivenes desmedidos, esos que uno vio en las películas, o mismo en vivo cuando advertí lo que pasó en la costa - ¿ya lo conte, no? - .Los movimientos se hicieron terribles, las oscilaciones se tornaron violentas, los desmayos se sucedían, unos tras otros. El miedo dominaba el aire del cual respirábamos, las bocas tapadas para evitar lo que uno ya sabe era lo único que se veía tan solo se mirará uno a uno todos los rostros que allí se localizaban.
De pronto cuando creía que le desvanecimiento se apoderaba de forma involuntaria de mi cuerpo, o una posible nausea desencadenaría en la expulsión de mi almuerzo, cesaron de pronto todas las terribles sacudidas y bamboleos a los que estábamos expuestos. En forma brusca se frenó el barco, y con mesurada tranquilidad bajamos todos de aquel infierno al que fuimos sometidos.
Fue en ese momento, y no en otro, que si mal no recuerdo decidí nunca más subirme e ese “JUEGO MECANICO DEL PARQUE DE LA COSTA”.
Luis Gabriel Bernardini
8 may 2009
En Poesía una historia
De “cuando era”** chico: recuerdo que era soñador,
De chico uno recuerda cosas que para la vista son,
Pero detrás de ella ya no existen,
O muestran realmente lo que eran y uno no vio.
De** chico: recuerdo que era una promesa,
Que para desagrado de muchos no se cumplió,
Quizás exigieron demasiado,
Tal vez me desmoronó la presión,
No querer defraudar fue mi lema,
Y, acaso tal vez mi perdición.
De** chico: recuerdo, mil cosas quería lograr,
Que ahora en grande todavía no he podido concretar,
…y…el tiempo se me va entre las manos,
Se va, y con el lamento ya no alcanza más.
De** chico: recuerdo que no tenía reloj,
Todo el tiempo, era mi tiempo,
Y así, sin horas, pasabame la vida yo.
De** chico: recuerdo los días de escuela con mucha nostalgia:
Hago memoria y vienen a mi mente,
Esos recreos que parecían interminables,
De entrar al salón transpirado,
Ver en los ojos de la maestra,
Muestras de mal humor y enfado,
Por tener que estudiar así, todo acalorado.
…pero hubo un momento en el cual, ya no recuerdo más,
Ya no era más chico, ya no podía ni debía recordar,
Tenía que vivir el presente,
Me obligaban a dejar de soñar,
Vivir la vida tal como es,
Y ya no acordarme más.
6 may 2009
A través de la vida
El tiempo no pasa; es uno el que pasa,
a traves de el.
Inexorablemente uno deja pasar ciertas cosas que no debería, claro parecen no tener validez alguna, hasta que nos damos cuenta como se escapan y hacen inútil cualquier lamento posible por lo que pudo ser y no fue, creo que sin embargo aplicando la inteligencia, sería una buena forma de poner en práctica los ideales de uno, ser fuerte – en sentido espiritual, claro – para animarse a determinados actos a los cuales se siente cierto temor. Usualmente se suele decir que más vale arrepentirse por haber hecho algo, que por no haberlo hecho; ciertamente estoy de acuerdo con esta expresión de la cual tengo mucho por aprender.
Pasar por la vida sin dejar señal alguna de existencia es si se quiere un derroche de ilusiones, de cariño, de amor que tuvieron para con nosotros. Todo sufrir que hubieron vivido no es retribuido. Pasamos como sin pisar tierra firme, lamentablemente siendo esto así, no quedará ningún recuerdo de nuestra existencia si no cambiamos la actitud para con la vida, nadie se acordará de uno, si no experimentamos un cambio, el cual debe empezar a partir de enfrentar los obstáculos que el bendito devenir cotidiano nos impone. Desafiar los problemas, perder, ganar, no importa, uno los enfrentó, uno se atrevió, demostró actitud para con ellos, darse animo en forma persistente para seguir enfrentándolos, para seguir ganando. Es difícil, lo admito, pero ¿por qué no intentarlo?. Una y otra vez me pregunto porque uno se comporta tan displicentemente con la vida, querer subestimarla siempre en un acto de total falta de raciocinio, pensar que la podremos modificar a nuestro antojo es un equívoco pensamiento, porque en todo caso la modificación la debemos ejercer a nuestro vivir.
Se dice comúnmente es dura la vida, yo diría que lo duro o difícil es vivir bien, ya que la vida se presenta directamente desde la concepción.
Marcarse caminos para seguir con pie firme, pasar a través de la vida con un nombre, ser gustoso de ella, sentirnos privilegiados, tratar siempre de llevar a cabo planes o caminos que nos hemos trazado, y si no hay ninguno, buscarlo, proponerse una meta, un nuevo desafío, buscar algo por que luchar, cosas que lograr, algo para demostrarnos lo fuerte que podemos ser cuando nos fijamos una meta, sentir ese orgullo que aflora en nosotros al decir pude hacerlo, me costó, pero pude hacerlo, el sacrificio valió la pena, estoy feliz conmigo mismo.
Cuanto aprender, cuanto saber se necesita para desempeñarse con cierta soltura para el derrotero diario.¡Cuánto debo poner en práctica!
Lamentablemente cuanto más se sabe, más cerca de la muerte se está. Recién cuando el hombre comienza a vivir, indefectiblemente le llega su hora. Hagamos un esfuerzo por tratar de saber llevar la vida. Aprovechemos toda esa ventaja que no da la muerte. Luis Gabriel Bernardini.5 may 2009
U.S.A
Quizás ir de shopping, sea una de las salidas a la que la gente en forma mayoritaria concurre casi en forma periódica, un paseo del cual reniegan, pero que en el fondo disfrutan. Digo reniegan porque siempre protestan por la plata que les insume el ocio. Con suma facilidad sucumben ante las vidrieras, comidas rapidas, cines, etc. ¡Quien no ha escuchado decir al jefe de familia!: ¡las hamburguesas de Mc Donalds no las soporto, es puro packaging, y nada de comida, se va todo en papeles, cajitas y publicidad, pero de comida nada, un diminuto y desnutrido paty!, ¡no vengo más!, quizás se preguntaran donde van la próxima vez a comer, él y su familia. Sin el menor temor a equivocarme les digo: al mismísimo local de Mc Donalds.
Siempre uno suele tropezarse con gente que se refiere y profiere palabras de agravio hacia los “yankees” y su merchandising. En actos de patriotismo barato y defensoría de lo indefendible. No se dan cuenta que ellos mismos incrementan el potencial comercial y marketinero de los norteamericanos (nuestra madre patria, ¡si!, ¿no te gusta?, ¡entonces jodete porque es así!), las mismas personas que despotrican contra los habitantes del país del norte (no, el limítrofe, no..!!!..Mucho más al norte!!jaja), son las que en sus casas tiene infinidad de sus productos: personal computers, palm handles, celular telephones, soho, wrangler, levi’s, etc, etc. Ni hablar de la mala sangre que se hacen cuando al ver en una película que se muestra la bandera poseedora de las “estrellitas”, murmuran por lo bajo insultos sin convicciones, ni fundamentos. Se deshacen en quejas por algo tan común como el de mostrar una bandera donde se realizó el film. Que la industria nuestra no lo haga, no quiere decir que no esté permitido. En todo caso, no deberían pisar las salas donde se proyecten filmes con la insignia madre (¡qué!, te enojas porque puse madre, ¿acaso no es cierto?). Indudablemente habrán escuchado estas palabras, si no es que alguno de nosotros las haya dicho. Yo por mi parte no reniego, admito las cosas como son. Con hablar con tu pareja, hijo, abuelo o madre del poderío americano, no sé logrará nada si esas palabras no van acompañadas de acciones, para contrarrestar- en estos momentos- lo imposible de desarraigar. Creo que nada se logra en proferir palabras de desagrado, a quienes para mi forma de pensar hacen las cosas mejor que nosotros, o mejor dicho, hacen cosas. Acaso sea conveniente ponernos del lado de ellos. He escuchado decir por ahí: ¡lo único que les falta es ponernos la bandera! Y yo replico,¡ bienvenida sea!, ¿por qué seguir queriendo sostener el pensamiento de que somos una nación independiente?, cuando en realidad somos manipulados y manejados según sus intereses.¡¡¡dejemos que planten su bandera, admitamos todo lo que en la práctica y no en palabras aceptamos, hagamos de esta nación(¿nación?), un estado más de su amplio país!!!. Porque pelear contra ellos(es una manera de decir, “pelear”), cuando en realidad podemos unirnos y ser ciudadanos del país con mayor poderío económico del planeta.(en estos momentos de crisis global,capaz que sea desacertada la afirmacion,pero este escrito tiene su tiempo de archivado).
Obviamente estas son frases dichas por alguien que quizás cansado de la hipocresía, destila comentarios un poco hirientes.
En cierta manera habría que aplaudir el patriotismo verdadero de los estadounidenses. Sienten por su país en manera cierta y bien lo hacen valer, sin quedarse únicamente en palabras y patriotismo de café. Poniéndole acción a sus ideales. Ya que los hechos demuestran su amor por todo lo que ellos hacen. Por mi parte estoy muy lejos de criticar su forma de ser, entiendo que es lo mas lógico, que toda persona pueblo o nación debe hacer. Enseñarle al mundo, el orgullo de vivir en determinado país, exhibiendo constantemente y con la mayor jactancia posible todo símbolo que lleve a la identificación con la patria a la cual se pertenece.
Es difícil encontrar algo que no “pertenezca” a ellos en esta ciudad como he dicho antes, cine, entretenimientos, comidas rápidas, computadoras, etc. En un punto está bien. Gracias a sus intereses comerciales y de monopolio, nuestros deseos de diversión están satisfechos (dura verdad). No creo que este mal. Ellos son el poder y nosotros sus súbditos, en ese orden siempre nos manejamos. ¡Ya deberíamos habernos acostumbrado!
Y en cierta manera, entre nosotros sin hacer mucho ruido, te hago una pregunta: “a vos, si, a vos que sos un ser diminuto en esta sociedad, que lo poco que ganas no te alcanza para pensar en grande, simplemente podes vivir la vida que desafortunadamente te ha tocado en suerte. ¿En qué cosas piensas, sino en divertirte? .Cuando podes desviarte de la cotidianeidad que te arrecia con furia sistemática toda la semana. Bueno ¡ves!, los “yankees” piensan en eso. Ellos dicen: démosle lo que un pueblo sin grandes esperanzas o convicciones quiere, o sea diversión.
Pongámonos contentos, tal vez nosotros seamos la diversión de ellos. Eso nos tendría que traer felicidad ya que podríamos decir que no estamos de vicio en este mundo, sino para hacer felices a los norteamericanos!!!!!.¡¿Ingenuidad?!. No creo, ¿realidad?, posiblemente. Punto aparte.
Probablemente (¡que crédulo soy!), se habrán dado cuenta de la desprolijidad de mi redacción, pero para serles sincero, puse mas esmero en mis ideas a contar que en el perfecto orden gramatical. Simplemente fui escribiendo lo que en forma casi fluida salía de mis pensamientos. Los mismos están sometidos y corrompidos del dicho popular de la idiosincrasia argentina. A ciencia cierta, es una mera transcripción de diálogos que se escuchan vox populi, donde quiera que uno se encuentre. Quieran admitirlo o no, ellos se encuentran aquí. Ellos son la maquina, nosotros su combustible; ellos son el gobierno, nosotros su pueblo; ellos mandan, nosotros obedecemos, etc. No vale la pena seguir con ejemplos de jerarquía, por muchos que escriba, el puesto más alto será de ellos el inferior, nuestro.
Ahhhhhhhh!!!!!!!!!.... por fin!, me saque las ganas de escribir esto que tenia dentro, ahora con permiso tengo que irme, ya que recién acabo de ver en internet el horario de una película. La cual creo me gustará mucho, “día de la independencia”. A la vuelta les cuento. Punto, aparte, fin y firma: Luis Gabriel Bernardini.