2 jul 2009

A eros (si es que lee).



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AMOR:
Cuatro letras cuyo significado inabarcable dio pie a tantas interpretaciones como corazones enamorados hubo. No importa su confrontación con lo real su corrupción por el paso devastador del tiempo. El amor es una emoción que escribe y escribirá el destino de los hombres.
Cierto escritor advirtió que “la desaparición del amor significaría el fin de la civilización.
Pero este riesgo parece lejano. De igual modo que las personas necesitan creencias y certezas para seguir viviendo, los hombres y mujeres seguirán cayendo bajo el hechizo del amor verdadero.
Continuando con los menesteres que encierra el amor, se lo suele llamar con distintos adjetivos, uno de los cuales es el amor platónico. ¿pero que es en realidad el amor platónico?. ¿una alucinación?, ¿un sueño ideal?. Para la imaginación popular se lo suele asociar a las relaciones románticas imposibles o lejanas. Se dice comúnmente que uno está inmerso en una situación de amor platónico cuando el corazón se desboca ante la visión idealizada e inalcanzable de la persona amada.
A veces uno quizás se haya preguntado si el amor es la búsqueda de la felicidad o de lo que no se tiene. Conseguido el objetivo, ¿se sigue sintiendo amor?, o se siente que uno es propietario de la felicidad que acarrea ese amor, y desde ese momento lo que teme perder no es más que la felicidad que ese amor produce de manera noble sobre uno. ¿ no es acaso el amor una forma cínica de egoísmo?, ¿uno quiere realmente a la otra persona?, ¿ o lo que quiere es los sentimientos agradables que esta produce sobre uno?. Quizás uno no quiera a sus abuelos, padres, hijos, etc. Sino a lo bien que nos hace sentir el estar en armonía con ellos. Ya lo decía Nietzsche “nadie hace nada por el prójimo sin un interés personal”. Planteado el dilema dejo a los lectores su juzgamiento de la idea aquí expresada.
Aaaaaaahhhhhhhh!!!......El amor, ese sentimiento que se presenta sin lógica o razón aparente, muchas veces uno en una actitud de planteamiento ante el sentimiento urgido, se pregunta: ¿por qué me he enamorado?. Habitual respuesta: no sé. Luego empiezan las dudas de si este es el amor verdadero, o sea el final, el que siempre estuvo buscando. ¿ y si me pasa como con los anteriores?, con los que he sufrido. Con los que no he llegado a alcanzar la plena felicidad, o en su defecto la misma resulta incompleta, dado que la relación expira. Dolina cita que “siempre está en peligro el pasajero del amor”. Llega a plantear que la cobardía ante él, no nos llevará nunca a la armonía de nuestro espíritu.
Yo diría que siempre hay que tener la actitud optimista frente a un nuevo peligro, del riesgo al que me refiero es al de enamorarse de nuevo, luego de haber sufrido un revés en el amor.

Queriendo amenizar el escrito, y poniéndole la inteligencia de la filosofía griega, armaré un dialogo en el cual me encuentro con Sócrates(pavada de filosofo, no?).
Haré una más que breve sintaxis del discurso de Sócrates, el cual se encuentra en el libro: “el banquete”. Espero que les guste.
Sócrates y Gabriel:
(Sócrates)- ¿Es Eros amor de algo o de nada?.
(Gabriel)- Por supuesto que lo es de algo.
(Sócrates)- Pues bien, guárdese esto en tu mente acuérdate de que cosa es el amor. Pero ahora respóndeme solo a esto: ¿desea Eros aquello de lo que es amor o no?.
(Gabriel)- Naturalmente.
(Sócrates)- ¿ Y desea lo que desea, y ama cuando lo posee, o cuando no lo posee?.
(Gabriel)- Probablemente, cuando no lo posee.
(Sócrates)- Considera, pues, si en lugar de probablemente no es necesario que sea así, esto es, lo que desea aquello de lo que está falto y no lo desea si no está falto de ello. A mí, en efecto, me parece extraordinario, Gabriel, que necesariamente sea así. ¿ y a ti como te parece?.
(Gabriel)- También a mi me lo parece.
(Sócrates)- Dices bien pues, ¿ desearía alguien ser alto, si es alto, fuerte si es fuerte?.
(Gabriel)- Imposible según lo que hemos acordado.
(Sócrates)- Porque naturalmente, el que ya lo es no podría estar falto de estas cualidades.
(Gabriel)- Tienes razón.
(Sócrates)- Pues sí, el que es fuerte, quisiera ser fuerte, el que es rápido, ser rápido, el que está sano, ser sano… tal vez, en efecto, alguno podría pensar, a propósito de estas cualidades y de todas las similares a estas, que quienes son así y las poseen desean también aquello que poseen; y lo digo precisamente para que no nos engañemos. –Estas personas, Gabriel si te fijas bien, necesariamente poseen en el momento actual cada una de las cualidades que poseen o quieran, o no. ¿ y quien desearía precisamente tener lo que ya tiene?. Mas cuando alguien nos diga: yo, que estoy sano, quisiera también estar sano, y siendo rico quiero también ser rico, y deseo lo mismo que poseo, le diríamos: tú hombre, que ya tienes riqueza, salud, fuerza, lo que quieres realmente es tener eso también en el futuro, pues en el momento actual, al menos, quieras o no, ya lo posees. Examina, pues si cuando dices “deseo lo que tengo! No quieres decir en realidad otra cosa que “quiero tener también en el futuro lo que en la actualidad tengo” ¿acaso no estaría de acuerdo?.
(Gabriel)- Estoy de acuerdo. ¿Qué más puedo decir?, El es Sócrates y yo Gabriel.
(Sócrates)- ¿ Y amar aquello que aun no está a disposición de uno ni se posee no es precisamente esto, es decir, que uno tenga también en el futuro la conservación de estas cualidades?.
(Gabriel)- Sin duda.
(Sócrates)- Por tanto, también este y cualquier otro que sienta deseo, desea lo que no tiene a su disposición y no está presente, lo que no posee, lo que él no es y de lo que está falto. ¿no son éstas, más o menos, las cosas de las que hay deseo y amor?.
(Gabriel)- Por supuesto. (que perspicaz para responder).
(Sócrates)- Pues, recapitulemos los puntos en los que hemos llegado a un acuerdo. ¿no es verdad que Eros es, en primer lugar, amor de algo y, luego, amor de lo que tiene realmente de necesidad?.
(Gabriel)- Sí.
(Sócrates)- Siendo esto así, acuérdate ahora de que cosas dijiste en tu discurso que era objeto Eros. O, si quieres, yo mismo te las recordaré. Creo, en efecto, que dijiste más o menos así, que entre los dioes se organizaron las actividades por amor de lo bello, pues de lo feo no había amor. ¿no lo dijiste mas o menos así?.
(Gabriel)- Así lo dije en efecto.
(Sócrates)- Y lo dices con toda razón, Gabriel. Y si esto es así,¿ no es verdad que Eros sería amor de la belleza y no de la fealdad?.
(Gabriel)- Estoy de acuerdo en ello.
(Sócrates)- ¿ Pero no se ha acordado que ama aquello de lo que está falto y no posee?.
(Gabriel)- Si.
(Sócrates)- Luego Eros no posee belleza y está falto de ella.
(Gabriel)- Necesariamente.
(Sócrates)- ¿ Y qué?. Lo que está falto de belleza y no la posee en absoluto, ¿dices tú que es bello?.
(Gabriel)- No por supuesto.
(Sócrates)- ¿ Reconoces entonces todavía que Eros es bello, si esto es así?.
(Gabriel)- Me parece Sócrates, que no sabía nada de lo que antes dije.
(Sócrates)- Y, sin embargo, hablaste bien, Gabriel. Pero respóndeme todavía un poco más. ¿las cosas buenas no te parece que son también bellas?.
(Gabriel)- A mí, al menos, me lo parece.
(Sócrates)- Entonces, si Eros está falto de cosas bellas y si las cosas buenas son bellas, estará falto también de cosas buenas.
(Gabriel)- Yo, querido Sócrates, no podría contradecirte. Por consiguiente, que sea como dices.
(Sócrates)- En absoluto- es a la verdad-, querido Gabriel, a la que no puedes contradecir, ya que a Sócrates no es nada difícil.
…Del espectacular libro “el banquete”, harto recomendado por mí, y por gente que goza de inteligencia.
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A eros (bis)


ALGO MAS SOBRE EL AMOR
El amor es un tema tan vasto para llegar a comprender, que resulta casi imposible realizar algún juicio de valor sobre el mismo. Cualquier escrito sobre él se torna una verdad a medias, o mejor dicho en una posible verdad, ya que la verdad no es a medias.
Escrito esto, seguiré en el derrotero de poder encontrar a quien el destino ponga en mi camino, si es que habrá alguien con quien tropezar, para así hallar el mutuo entendimiento, la correlación de sentimientos asociados, la atracción de un cuerpo a otro, el anhelo de la pasión que atrae n sexo hacia otro, la búsqueda de la media naranja, o sea la mitad que nos falta para poder completar la máxima felicidad que el ser humano busca afanosamente de por vida, o sea el sentimiento llamado “amor”.
¿ algún día me enamoraré de lo posible?, ¿o mi vida estará signada por la adulación al masoquismo?, mientras tanto seguiré equivocando el camino hacia la felicidad, quizás algún día lo que parecía el sendero equivocado, se vuelve para mi asombro en el pasillo a lo que parecía inalcanzable, algún día será, algún día…