31 jul 2008

Mi equivocado gusto musical...


En forma reiterada y acaso repetitiva se enaltece a la música – considerada por ellos(los alegres), alegre – por sobre la música verdadera, o en todo caso la mas criteriosa. Se lo considera a uno aburrido por no bailar, ¿es que acaso la única manera de hacer saber a la gente que uno es alegre es bailando?. Uno puede contar chistes y será gracioso, uno bailará y será alegre. Yo me pregunto. ¿el comienzo y fin de la alegría empieza en el baile?. Repregunto, ¿la alegría se basa únicamente en el tipo de música que escuchas?, ¿si bailas o no?, siendo así, yo encontraría a la alegría como un estadío para el cual no se necesita mucho merito para poseerlo, o sea, se encuentra al alcance de cualquiera que haga gala de sus movimientos defectuosos y con total falta de exactitud. Digo esto refiriéndome claro está, a la mayoría de los que uno ve bailar, ¿bailar?.

Hay un pensamiento oficial en el cual se dice que una persona alegre es preferible a una triste. Yo digo, ¿no sería más conveniente estar en un término medio de alegría o tristeza?, ¿ya que los extremos son malos?. ¿es loco mi pensamiento?. Creo a mi humilde entender que no puedo estar demasiado errado. Ojo, creo y quiero la diversión, el ser humano necesita la distracción y relajo, ¿pero todo el tiempo?, ¿en todas las reuniones se debe bailar?, ¿en todas las fiestas nos tienen que ahogar con cumbia?, ¿es ese el “profundo” argumento de la diversión y alegría?, ¿se omite en forma discriminativa el dialogo?.

Está visto que la alegría es un invento para interrumpir el pensamiento: “es mejor no pensar”, esquivemos la verdad. Se llega a creer que la vida son bautismos y asados de domingo. De manera fácil se cae en la temática de vivir hoy y lamentarse mañana. Todo lo que nos falta de inteligencia, nos sobra de comida, en fiestas que no parecen terminar mas, se piensa en la cena, sin haber terminado el almuerzo. A partir de allí la equivocación no tiene retorno.

Ahora quisiera abordar el tema referente a la discriminación que hacen a cierta música que uno escucha. La catalogan de “densa”, y lo más llamativo es que en cierta medida tienen razón ya que una de las acepciones de la palabra densa es: “difícil de comprender”. Se suele llamar de manera gratuita “música aburrida”. también les hallo razón, y pasare a explicar porque la tienen.

El aburrimiento sobreviene por algo que se encuentra en un medio de expresión al cual no podemos acceder, ya sea por encontrarnos intelectualmente por debajo del mismo, y enese caso sobreviene el aburrimiento por escuchar, leer y demas expresiones a las cuales nos cuesta acceder por carencia de entendimiento. O en cambio, por ubicarnos encima de la expresión en cuestión y aburrirnos la visión de algo que ya vimos o aprendimos.

Dicho esto encuentro la razón, ya que tengo un primo de cinco años que cuando escucha música clásica se aburre, en cambio con la cumbia se alegra y baila.

Ahora bien. Estamos todos de acuerdo en que la música es una expresión del arte en lo cual se pone a su servicio el sentido del oído, así como la vista lo es para las pinturas, el olfato para las fragancias, etc. ¿no es acaso el arte una eterna búsqueda de lo bello, como la filosofía lo es de la verdad?. Si uno tiene la suerte de encontrarse con música que fue hecha en forma notable, que se compuso de manera sublime, con conocimiento de causa y efecto, ¿por qué catalogarla de aburrida, triste, alegre o divertida?, y no de mala o buena. En la concepción de una obra de arte se conceptúa si está bien o mal hecha, es el modo legitimo de notificar el arte, no puede calificarse por un punto de vista viciado de sentimientos. Estudiosos de la música dirán si es mala o buena su melodía ejecución e interpretación, en cambio nosotros caeremos en la simpleza de llamarla alegre o triste.

En reiteradas oportunidades pienso si los que te instan a bailar o divertirse no son aburridos innatos, que logran salir de su estado gracias a sensaciones exteriores, dicho de otra forma necesitan influencias externas para salir del estado que quizás afecta a su persona día tras día. Buscan alegrías efímeras en fiestas, reuniones, cumpleaños, etc, Para olvidar sus tristezas cotidianas. Suelen decir “la pase bien” como una postura y jactancia de haberle sacado provecho a un evento cuyo único fin pareciera ser ese.

Los que hicieron y hacen música, estudiaron cada movimiento, en cambio muchos de los que hacen gala de su baile, se mueven sin nunca haberse instruido. Quiero que se me interprete bien, ya que estoy hablando de los “bailarines ocasionales”, esos que nunca han ido a aprender.

Lamentablemente no soy como la mayoría, y eso me da cólera, a veces tengo ganas de que me guste la cumbia, bailar, emborracharme y ser “feliz”, pero me he dado cuenta que por más que lo intento no lo siento así. Cargaré con esa cruz hasta el fin de mis días. Advierto que si no sabes bailar no sos nadie. ¡que lastima!.siendo así andaré por el diario derrotero de la vida sin documentos.

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